La luna roja deslumbra y una multitud disfruta del show en el Planetario


Para los chicos es como una película de ciencia ficción. Los padres, aprovechan para explicar los movimientos de los planetas. Pero lo que se vive esta noche en el Planetario no es otra cosa que una noche mágica. Ya a las 22, miles de personas esperaban su turno para mirar el eclipse de súper Luna roja, el fenómeno astronómico que ocurrió en 1982 y se repetirá recién en 2033.
Mientras que los astrónomos del Planetario dicen que solamente se trata de una llamativa combinación de los astros sin otras incidencias, muchas familias contaban, algunas con humor, otras con dudas, los mitos de la Edad Media que vinculaban la llamada "Luna de Sangre" con presagios de catástrofes climáticas. Algunos grupos sectarios, incluso, califican el suceso como un signo apocalíptico, algo que la investigación científica descarta.
La Costanera de Buenos Aires durante el comienzo del eclipse de Luna


Pero lo que prevalece en el Planetario es el asombro. El interés por participar en una noche astronómica única. Las nubes que merodearon no llegaron a apagar el entusiasmo. Según explicaron los científicos, la Luna se encuentra muy cerca de la Tierra, en el llamado "perigeo o superluna", a unos 356.878 kilómetros, como parte del recorrido en elipse alrededor del planeta. Eso provoca que el astro de la noche parezca un 14% más grande que lo normal. Los cráteres enrojecidos casi se pueden tocar.
El fenómeno, que comenzó a las 21.11, durará unas 5 horas y 10 minutos. El color rojizo se debe a que el planeta Tierra, ubicado entre el Sol y la Luna en alineación perfecta (algo que sucede sólo dos veces al año), filtra rayos del Astro Rey. La atmósfera terrestre absorbe los de color azul y refracta luz roja hacia la Luna.
La postal poco común también se puede apreciar, a simple vista, en gran parte del continente americano, Europa y África. A miles de kilómetros de distancia, todos vuelcan la mirada hacia el cielo como en los tiempos primitivos.
La fiesta estará otra vez en lo más alto. Allá arriba, en el cielo, el show será gratuito, alcanzará con levantar la mirada y observar. La noche del domingo será distinta porque se darán dos de los espectáculos más llamativos que puede ofrecer la Luna: un eclipse total que teñirá al satélite de la Tierra de rojo al que se sumará el efecto superluna, por el que el astro se verá más grande y brillante que lo habitual.
La secuencia muestra el eclipse lunar de abril de 2014. NASA.
La noche del próximo domingo habrá Luna llena. Pero no será una Luna Llena común, sino algo que suele llamarse superluna, dado que nuestro satélite estará en su perigeo, el punto de su órbita más cercano a la Tierra, a “sólo” 357 mil kilómetros de distancia. Por eso, se la verá un poco más grande (un 13-14%) y brillante que lo habitual. Será un condimento muy especial para lo más importante, que ocurrirá poco antes de la medianoche.
El verdadero show comenzará a las 22.07, cuando la redondeada sombra de la Tierra empiece a cubrir el disco lunar y le trazará un "mordizco" oscuro cada vez más grande. A las 23.11, la Luna quedará completamente sumergida en la umbra terrestre: será el inicio de la Totalidad del eclipse, su fase central y más espectacular. Entonces el satélite natural terrestre tomará un color rojizo.
El eclipse de abril del año pasado. (Fotorreporter).

Esta denominada Luna de Sangre se produce porque durante un eclipse lunar, la atmósfera terrestre (y fundamentalmente su capa más baja y densa, la tropósfera) refracta algo de luz solar hacia el interior del cono de sombra. Y es justamente esa débil luz la que salva a la Luna de lo que, de otro modo, sería una oscuridad absoluta. Como la mayor parte de esa luz refractada corresponde al sol del otro lado de la Tierra, durante la Totalidad la Luna se tiñe de bonitos tonos rojizos y anaranjados. El final será a las 00.23 del lunes, cuando se verá el proceso al revés y el disco lunar vuelva a ir ganando su color blanco marfil.
Los eclipses lunares se viven con entusiasmo en el Planetario.

Este eclipse será el cuarto y el último de la serie denominada tétrada de Lunas Rojas, que comenzó el 15 de abril del año pasado, cuando miles de personas en todo el país dicidieron atrasar el sueño por un ratito para vivir en vivo el espectáculo. En el barrio de Palermo, por ejemplo, los amantes de la astronomía disfrutaron la espera con guitarras, mate, fernet y besos apasionados de las parejas.
El domingo, el Planetario de la Ciudad de Buenos Aires volverá a brindar la posibilidad de que la gente pueda observar mejor el fenómeno. Habrá pantallas gigantes, telescopios habilitados y explicaciones al instante de lo que irá ocurriendo. Todo ambientado con canciones acorde a esta fantástica escena de la naturaleza.
Fuente: CLARIN.COM
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